PRESENTACIÓN

Queridos amigos y hermanos, este blog tiene por finalidad compartir con ustedes herramientas e ideas sobre comunicación para las comunidades...

miércoles, 1 de julio de 2015

Colegialidad y Comunicación

Querido hermano: Bienvenido a la columna más fría -y cálida a la vez- del año en Eclesia.

Te digo -obviamente- más fría del año, porque corresponde al mes de julio, en el que transitamos el invierno, y cálida, porque el tema que nos ocupa hoy es central a la vida en comunidad ¡donde el fuego del Espíritu Santo siempre está presente, si se vive con un buen sentido comunitario!: la colegialidad y los desafíos que esta plantea en la comunicación.   

Una de las propuestas más innovadoras -y a veces, la que menos “prensa” tiene-  del Santo Padre Francisco; es la de la colegialidad en la conducción y animación de la Iglesia; lo cual ha sido manifiesto, no solo en la vida en comunidad en la residencia de Santa Marta en Roma, sino también a través de la creación del grupo de consejo en el que convocó a un grupo de Cardenales, y la impronta sinodal para tratar varios temas de actualidad.  

Curiosamente, así como tomamos muchas veces con vivo entusiasmo la propuesta de la Iglesia en Salida que Francisco propone, obviamos tener en cuenta que en la colegialidad de la animación y conducción de la vida comunitaria -parroquial, institucional, movimental- se juega mucho el dinamismo y la eficacia de dicha propuesta: me refiero a la colegialidad bien entendida, donde quien dirige (Párroco, asesor, director... ¡tenemos tantos “títulos” de acuerdo a la institución o movimiento!) escucha y tiene en cuenta de modo real, sincero, plural y bienintencionado, la opinión de todos y cada uno de quienes cumplen alguna función pastoral.

Ahora bien, esta “colegialidad” suele presentar algunos inconvenientes en lo relacionado con la comunicación; en tanto y en cuanto, al tener una dinámica al mismo tiempo centrífuga y centrípeta - confieso que no encuentro mejores sinónimos, pero la idea es que tanto la información como la formación de opiniones van hacia y desde quien dirige la comunidad- tratar de garantizar de la forma más óptima la fidelidad del mensaje , evitando los malos entendidos y logrando obtener la mejor forma de llevar adelante una idea o proyecto puede verse obstaculizado por la incomprensión de las ideas, el sesgo fruto de malas experiencias pasadas en la vida en comunidad, la personalidad de los que integran ese grupo dirigencial, o el vértigo de las actividades de la vida en comunidad, por los manejos de los tiempos y recursos.

Si optaste por tratar de vivir en forma más horizontal (colegial) la conducción y animación comunitaria desde el lugar y rol que ocupas, y ves que alguna de esas complicaciones está afectando la comunicación; te digo que hay dos grandes formas -complementarias entre sí- de afrontarlas: La camaradería y la planificación: La camaradería (compartir reuniones NO formales al que asista la mayoría -admitámoslo: es imposible que estén todos los dirigentes y agentes pastorales, todas la veces) posibilita y distiende el diálogo y lima las malas experiencias previas; y la planificación ayuda en gran medida a prevenir el vértigo y las imprecisiones en las actividades de la comunidad.



El próximo mes, Dios mediante, te voy a proponer que pensemos juntos cuales son las resistencias internas de la comunidad a la idea de la “Iglesia en Salida”, y cómo abordarlas salvaguardando de la mejor forma, la convivencia y el trabajo en comunión.

¡Que tengas un muy buen mes de julio, bendecido por Dios!