PRESENTACIÓN

Queridos amigos y hermanos, este blog tiene por finalidad compartir con ustedes herramientas e ideas sobre comunicación para las comunidades...

lunes, 1 de septiembre de 2014

Conceptos básicos de comunicación y la comunidad

Bienvenido nuevamente aqui, a nuestra columna de comunicación en la comunidad... juntos llegamos hasta este hermoso mes de septiembre, donde vamos a tratar de seguir analizando los problemas que tenemos al llevar nuestro mensaje evangélico en nuestra actividad pastoral.
En esta oportunidad, creo que es valioso -aunque, reconozco, un poco tedioso - reflexionar sobre los principios teóricos básicos de la comunicación, ya que otro de los errores más comunes es confundir: medio, canal y mensaje.
Por medio entendemos al lenguaje utilizado por los emisores (y receptores) para realizar la comunicación; pero no hacemos aqui referencia simplemente al “lenguaje” comprendido como “idioma”, sino a todo el conjunto de aptitudes y cualidades a través de las cuales se trasmite el mensaje. Muchos comprenderán claramente el concepto de lo que comúnmente se entiende por “lenguaje corporal”;  pero cuando hablamos de “medio” también estamos teniendo en cuenta los demás registros que hacen al contexto en el que la comunicación se realiza (las costumbres según la edad de los participantes, el tipo de soporte en el cual se materializa la conversación, el nivel socio-económico y cultural; y especialmente en nuestro caso, la madurez de la fe de las personas destinatarias de lo que se desea transmitir.
Por canal, en cambio, comprendemos, al tipo de tecnología que permite que este intercambio de información se produzca. Si bien “tecnología” pareciera ser una palabra que solo estuviera reservada para comunicaciones con cierto grado de sostificación, esta es mucho mas amplia; e implica que lo que se transmite, muchas veces se percibe en forma diferenciada si es vehiculizado a través de -por ejemplo-  un llamado telefónico, un mensaje de texto, un afiche en la vía pública, un “avisito parroquial” o un aviso “boca a boca”. Dicho esto, deberíamos tener la precaución de que, sea cual fuera el canal elegido o utilizado para transmitir el mensaje, busquemos la forma de obtener una retroalimentación de los receptores de los mismos, de forma de intentar saber cómo fue recibido por nuestro interlocutor.
Por último, y pero mas importante, está el concepto del MENSAJE. Expresamente, dejé este concepto para el final, para poder invitarte, querido hermano, a que puedas reflexionar sobre los últimos “mensajes” que transmitiste a los demás en tu trabajo y vida pastoral. El mensaje, es precisamente, lo que se desea transmitir como información; y esta transmisión, siempre tiene implícita la búsqueda de desencadenar una acción determinada: desde la difusión de un festival para recaudar fondos hasta una invitación a una fiesta patronal, todo se traduce -aunque no esté, obviamente, expresado en estos términos en: “esta es la información que tengo para darte - y me gustaría que vos respondas de esta forma”. Ahora bien: las invitaciones menos “espirituales” que emitimos desde nuestra comunidad parroquial, también deberían tener una clara distinción cristiana, en donde se puedan evidenciar que la fe que compartimos, es lo que motiva todas nuestras acciones, y que lo mismo deseamos encontrar, de la persona que recibe nuestro mensaje. En resumidas cuentas, si bien nosotros actuamos como portavoces, el primer EMISOR del mensaje que difundimos, es Dios, a través de las tres Personas de la Santisima Trinidad; por lo cual no podemos obviar, en ninguna instancia, una referencia, al menos elíptica,  a nuestro labor apostólico.

Gracias por seguir interesándote en reflexionar sobre como mejorar tu tarea pastoral... te mando un afectuoso saludo en Cristo... ¡será Hasta el mes que viene, nos vemos en Eclesia!