PRESENTACIÓN

Queridos amigos y hermanos, este blog tiene por finalidad compartir con ustedes herramientas e ideas sobre comunicación para las comunidades...

jueves, 13 de abril de 2017

PRESENTACIÓN

Queridos amigos y hermanos, este blog tiene por finalidad compartir con ustedes herramientas e ideas sobre comunicación para las comunidades parroquiales e instituciones y movimientos eclesiales. Sentite libre de usarlos, citando la fuente.
Cualquier consulta en la que pueda ayudarte sobre estos temas, escribime a lic.martos@gmail.com
Te envío un cordial abrazo en Cristo.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Ideas para organizar eventos (Parte 2 - Diciembre 2016)

Queridos hermanas y hermanos ¡Que bueno compartir con ustedes este nuevo y último mes del año!

Continuaremos, en esta edición, repasando juntos algunas nociones básicas para organizar eventos: en esta segunda parte, vamos a repasar los roles y funciones imprescindibles para hacerlo en forma eficaz.

  • El equipo económico: Si bien su función adquiere un nivel secundario, en cuanto a los objetivos pastorales que pretendamos alcanzar en la organización, es necesario constituir un equipo Ad-Hoc que se dedique al manejo de los recursos económicos antes, durante, y post-evento,compuesto por personas que administren correctamente -sin excesos pero también sin estricticidad exacerbada-  y sepan transmitir claramente los resultados y movimientos de los mismos para generar tranquilidad entre los organizadores y toda la comunidad.

  • Infraestructura: ¡Este es uno de los equipos principales para la organización de todo evento! Con MUCHO trabajo antes y después de la realización del evento -sea este de cualquier naturaleza que fuese-, sus funciones comprenden desde el armado y desarmado de las instalaciones, hasta el más mínimo detalle en el cuidado de la higiene de los sanitarios. Por lo general, la satisfacción por el servicio de quienes participan de este equipo, es proporcional al esfuerzo realizado.

  • Coordinador Emergencia / legales: Un aspecto a veces descuidado, pero que no debería omitirse en la planificación de ningún evento, es la figura de (al menos) un coordinador que prevea y pueda tomar a su cargo hipotéticas situaciones de emergencias y/o cuestionamientos legales, antes, durante y después del evento: En cuanto a los aspectos legales, se deberá ocupar de emitir y/o firmar las notas solicitando las instalaciones, firmar pre-acuerdos de uso de las mismas, contratar servicios de asistencia médica ,dar aviso a las autoridades del municipio y de seguridad, y activar procedimientos de resguardo en caso de algún incidente.

  • Animación: Otro rol fundamental para el éxito pastoral del evento, es el preparar a la persona o grupo de personas que se ocupe de llevar adelante la conducción del evento, no sólo a través de la presentación de los participantes y secciones, sino también velando por el cumplimiento de los tiempos y coordinando con los otros equipos los distintos momentos del mismo.

  • Comunicación: ¡En este me anotaría yo, como saben! Conlleva la responsabilidad de comunicar y compartir con todos los públicos (los organizadores, los participantes, y los demás miembros del barrio y la ciudad -sean o no de la comunidad- para poder ayudar a que el trabajo de todo el conjunto, pueda alcanzar el grado de difusión óptimo, y poder compartir con todos, lo bueno y fructífero del evento, para que este, y los próximos que organicemos, sean una gran noticia, para toda la comunidad.





¡Te deseo que termines de la mejor forma este año que ya se nos va, y que comiences un excelente, bendecido, y fructífero 2017, donde espero que nos volvamos a encontrar, para seguir trabajando juntos, en la construcción del Reino!.

¡Feliz y Santa Navidad Que el Niño Jesús y la Sagrada Familia nos bendiga con su paz.!

Daniel.

martes, 1 de diciembre de 2015

¿y si salimos y nos va bien? El desafío del regreso.


Queridos hermanos, ¡Ya llegamos a la última columna del año! Cómo pasó de rápido este año, seguramente para vos también, ha sido intenso de vivencias, proyectos y alegrías; y probablemente también hayan quedado algunas cosas en el tintero, para el 2016 que ya está llegando.
El mes pasado, analizamos entre todos, la posibilidad de que al comenzar a vivir la Iglesia en salida que propone el Santo Padre Francisco, nos encontremos con una respuesta que no sea la que esperábamos, y veíamos cuales pueden ser las causas de ello, y como actuar en dichos casos.

Este mes, en cambio, los invito a pensar que escenario se puede presentar en caso de que , al vivir la apertura y la iniciativa pastoral de la Iglesia en Salida, realmente obtengamos un resultado positivo en las respuestas que recibimos, y nuestro actuar en la comunidad y  nuestro diálogo con los otros actores sociales, den los frutos que pensamos obtener.

El primer escenario que podemos encontrar, al haber logrado alcanzar los objetivos pastorales que nos propusimos al iniciar esta aventura, es que esa alegrìa se transforme en una sensaciòn de estanqueidad y de conformismo, que nos haga caer en la tentación de, para no perder los logros que se alcanzaron, volver a replegarnos en las paredes de nuestros hermosos templos, y volver a vivir la dinámica que teníamos anteriormente, más preocupados por la continuidad y permanencia de los grupos ya establecidos, que por ir al encuentro de los hermanos que están alejados. Este error, nos puede no solo llevar no sólo a evitar seguir creciendo como comunidad, sino también, a perder todo lo que se ha logrado, ya que muchos podrían juzgar que la forma en que se ha actuado durante el tiempo previo, fue una simple forma de promoción de nuestra Fe, sin una sustancia claramente aperturista.

Otro desafìo que puede llegar a surgir, luego de alcanzar un resultado positivo al vivir la Iglesia en Salida, es el de reorganizar la comunidad, para sostener este estilo evangélico pastoral, de una forma tal que puedan integrarse aquellos hermanos que se han acercado en los últimos tiempos, junto con aquellos que vienen aportando sus talentos desde hace mucho tiempo en la comunidad; para que el dinamismo de la vida en comunidad alcance su esplendor, enriqueciéndose internamente con la diversidad de dones con la que el Espíritu Santo quiere regalar a la Iglesia. Esta reorganización requiere, sobre todo, de la humildad de los agentes de pastoral con más experiencia en la vida de la comunidad, y la sabiduría y claridad de dirigentes y pastoras de la misma, para que  la visión de conjunto de la comunidad, sea precisamente de cordial acogida y buena integraciòn.

Por último,la tercer posibilidad radica en que se pretenda consolidar diferentes estructuras que han servido, temporalmente, para vivir este desafío de una comunidad abierta, solidaria y misionera, como las únicas “útiles” para esta comunidad; y se pierda la riqueza de aceptar que la comunidad también debe vivir en un permanente estado de conversiòn pastoral, y que cada año, cada mes, y cada hermano,y hasta nosotros mismos presentamos diferentes ocasiones, oportunidades, y necesidades de ser evangelizados que no hay que dejar pasar: La conversiòn pastoral, necesariamente, debe renovarse y vivirse en forma permanente.


Queridos amigos,que tengan un excelente comienzo de año, bendecido por Dios.

Mientras te pido que reces por mí, te envío un gran abrazo en Cristo y te deseo una MUY FELIZ NAVIDAD. Hasta el pròximo año!.

Daniel.

domingo, 1 de noviembre de 2015

¿Y si salimos y no hay nadie? Los riesgos y los tiempos.

Queridos hermanos, ¡que bueno es seguir compartiendo esta columna con ustedes!
Este mes, y el mes próximo, quería invitarlos a analizar las dos posibilidades que se pueden dar, una vez que decidimos, teniendo en cuenta todo lo que vinimos pensando juntos desde principios de año, optar por vivir una Iglesia en salida, tal como nos propone el Santo Padre Francisco.

La primer posibilidad, de la que trataremos este mes, es que al salir al encuentro de nuestros hermanos, la respuesta que hallemos no sea la que esperamos: que nuestros interlocutores tengan un espíritu tan cerrado que no admita el diálogo; que no encontremos a ningún interlocutor con el que dialogar, o que más allá de la apertura mutua, no se puede llegar a ningún acuerdo ni en cuanto a los valores, ni en cuanto a los objetivos, ni en cuanto a la metodología que cada uno lleva adelante para alcanzarlos, o que guían su accionar.

En el primer caso, debemos dar por sentado que, nuestro accionar -si ha sido sincero y ha estado guiado por el espíritu de humildad y templanza- ha sido el correcto, y corresponderá, luego de agotadas todas las instancias de intentar entablar un diálogo y acción concretas, poner en oración a aquellos a los que soñamos nuestros interlocutores, y que en este momento que nos regala la Divina Providencia, no podemos dialogar.

Si llegara  a existir el caso en el que  no encontremos a ningún interlocutor con el que dialogar, cosa que veo muy difícil y hasta imposible, deberá asumirse, desde la comunidad, afrontar la necesidad urgente e imprescindible, de iniciar el camino de “Conversión Pastoral”, que el Santo Padre, a través de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium , propone como requisito para vivir la plenitud de la apertura eclesial. Esta conversión pastoral, requerirá sincerar cuestiones muy importantes y sensibles de la vida de la misma comunidad; como la estructura de poder y organización de la misma, sistematización de la toma de decisiones y grado de horizontalidad en la elaboración de los objetivos pastorales; espiritualidad de los agentes de pastoral, usos y costumbres de los hermanos que integran la comunidad, y la necesidad de reconocer la riqueza de talentos con la que Dios ha querido embellecer la vida de esta parroquia, capilla, institución o movimiento.

En el último caso, en el que no se puede llegar a ningún acuerdo ni en cuanto a los valores, ni en cuanto a los objetivos, ni en cuanto a la metodología que cada uno lleva adelante con nuestro interlocutor, te puedo asegurar que, ¡no tienen nada de que preocuparse! A veces, la Providencia nos hace recorrer caminos que, si bien parecen ineficaces desde nuestra visión humana, si aprendemos a abandonarnos en los tiempos de Dios, seguramente el provecho que obtendremos, a mediano y/o largo plazo , será enorme ¡Solo tenemos que recuperar la capacidad de asombro de cuando éramos niños!
Retomando el primer párrafo segunda posibilidad, de la que hablaremos en la columna de Diciembre, es que nuestra apertura hacia los hermanos, no sólo alcance el resultado esperado, sino que también se nos invite a dar un paso más en el crecimiento de nuestra fe.  

Queridos amigos,que tengan un excelente mes, bendecido por Dios.

Mientras te pido que reces por mí, te envío un gran abrazo en Cristo.

Daniel.

jueves, 1 de octubre de 2015

Sincretismo comunicacional

Queridos hermanos, que alegría poder volvernos a encontrar aquí un nuevo mes más de vida que la Providencia nos regala.
Como recordarás, hemos estado recorriendo y analizando, en lo que va del año, las diferentes cuestiones relacionadas con la Iglesia en Salida, que propone el Santo Padre Francisco, procurando descubrir entre todos, la mejor forma de vivirla, tanto en forma personal como comunitaria.
Ahora bien,  de acuerdo a lo que fuimos analizando, esta apertura e iniciativa presenta  múltiples ventajas pero no está exenta de riesgos que , como prevención, es mejor tener en consideración para evitarlos y no perjudicar nuestra vida de Fe, ni la de nuestros hermanos.
Uno de los principales riesgos a los que podemos enfrentarnos al decidirnos heroicamente - siempre es de valientes animarse al cambio- afrontar el desafío de vivir una Iglesia en salida, es el de caer en el sincretismo, es decir, llegar con nuestro anuncio propositivo, positivo, y sincero  del Evangelio, de una forma tan abierta como poco clara y sustentada en nuestra vida de Fe que termine subsumido - es decir, incorporado como una mescolanza-  en una abstracción homogeneizada, junto a otras creencias, donde todo parece adquirir el mismo valor de veracidad  legitimidad que el resto, confundiendo tanto al interlocutor que se nos presenta, como –en el peor de los casos-  a nosotros mismos, llegando a poner en tela de juicio aquello que en un primer momento fue el motivo de la salida: La Buena Noticia de Jesús.
Quizá alguno de ustedes, haya comprendido en algún momento que una fe que se propone, es una fe cuya aspiración es presentarse como una alternativa, igualmente válida que otras equivalentes, en una suerte de “oferta ideológica confesional”; es decir, donde el auto convencimiento por predicar aquello en lo que se cree, se convierte más en un acto proselitista –cuando no costumbrista- que en un modo vivencial y de experiencia en el que uno lleva a hacer carne eso que cree, porque está convencido de eso mismo: Que Cristo es el Camino y la Vida, y que es quien, venciendo a la muerte, abrió el camino para nuestra redención a través de la creencia en El, y el seguimiento de sus enseñanzas.
Pasando en limpio lo que acabamos de reflexionar, antes de pasar al párrafo siguiente,  los invito a que nos detengamos por un momento a pensar, tanto en forma personal como comunitaria, ¿en qué lugar de importancia colocamos el anuncio de nuestra Fe, cuando pensamos en vivir la Iglesia en salida que estamos comenzando a transitar?
Si ya lo pensaste; te digo que –por esta vez- el punto medio no es malo ni signo de tibieza: Saber que tu no es algo sin importancia, sino que es la herramienta de la que Dios se vale, no solo para que alcancemos la Salvación, sino también para hacer desde ahora un mundo más lindo, más justo, y un anticipo del Reino ya desde ahora, en la tierra.

Entonces, si nos proponemos de corazón vivir la Iglesia en salida, y lo hacemos con el firme propósito de ¡Admitámoslo! cambiar el mundo desde el pedacito de sociedad que la Providencia nos confió, asumamos este desafío sabiendo que nuestra Fe es valiosa, merece ser defendida (¡pero no impuesta!) y puede si, entrar en un diálogo fructífero con otras creencias y formas de pensar, pero al final de la jornada, cuando volvemos a nuestras comunidades a seguir compartiendo la Fe, esta tiene que haber salido fortalecida , no por haberla “comunicado” sino porque la transmitiste con tu vida, y escuchaste a todos, con respeto, pero con la claridad de que la vida en Cristo, merece ser vivida.

Queridos amigos, te deseo un hermoso mes de Noviembre, bendecido por Dios. ¡Que tengas un hermoso mes! Daniel.

sábado, 1 de agosto de 2015

EL SALIR NOS HACE FUERTES, NOS HACE CRECER

Querido hermano, querida hermana: ¡que alegría encontrarte otra vez en esta columna! Es un honor para mí, seguir compartiendo estas que yo imagino como charlas con vos, mate de por medio, para pensar entre todos la mejor forma de comunicarnos en la comunidad, y desde y hacia ella, para seguir avanzando en lo que el Papa Francisco llamó “una Iglesia en Salida” .

Y caminar hacia una Iglesia en salida, después de haber pasado un tiempo tratando de “cuidar el rebaño” -ocupado tambièn en la importante tarea de custodiar la Fe de nuestro pueblo ya creyente, y continuar con la importante labor apostólica, claro está- implica, como ya debes suponer, el comenzar a aceptar algunos cambios dentro de la misma comunidad, pero sobre todo, en el trato hacia los demàs hermanos que aún no se han acercado a la misma.

Todo cambio, implica el dejar de lado las formas y las metodologìas que se venìan aplicando desde hace mucho tiempo, y que ya estaban arraigadas en la comunidad desde -quizà- antes de nuestra llegada a la misma; así que el simple hecho de plantearse iniciar un recorrido diferente, seguramente serà fuente de ciertas controversias que, si bien no deberìan tener un enraizamiento moral o doctrinario, pueden agudizarse a tal punto que podrìan originar posiciones muy encontradas y rivales.

Si intentàramos comprender en profundidad las raìces de las resistencias internas en el seno de la comunidad, con el ànimo de poder asimilarlas con benevolencia y procesarlas de la mejor manera para que no solo nadie salga herido, sino que se produzca tambièn una transformación en el seno de la misma, a la que podrìamos definir con un concepto parecido al de una “conversiòn comunitaria”; veríamos que son mùltiples los factores que pueden desencadenarlas: desde el miedo a perder lo “adquirido” -un rol en la comunidad, una función que ya hace tiempo llevo adelante y que entiendo que serìa muy difícil que otro pudiera suplir -; la adversiòn a lo “desconocido” - por la sencilla razón que esto nos coloca en una situaciòn de inferioridad, frente a lo que percibimos, desde nuestra psicologìa personal, como algo inmensamente superior y oscuro; aunque la mayorìa de las veces esto sea un campo fèrtil esperando solo la siembra y el cuidado para que florezca por doquier muchas muestras de solidaridad, esperanza... ¡Y Fe!; o porque simplemente el cambio, implica afrontarlo invirtiendo en él, una determinada cantidad de “energìa apostòlica” que muchas veces preferimos preservar para futuras iniciativas... que suelen consistir en repetición de eventos ya realizados en el pasado.

Más allà de las raìces que originen estas resistencias; te recordarè que las mismas pueden materializarse en diferentes tipos de actitudes (boicoteo de actividades; falta de compromiso con la nueva tarea o rol asignada en la comunidad; proliferaciòn de excusas para la realizaciòn de actividades en común con otros miembros, instituciones o movimientos; o hasta la peor de las acciones: el hablar a espaldas de los otros dirigentes de la comunidad, criticando sus iniciativas sin plantearlo fraternalmente en el seno de la misma, sino generando hacia terceros, la desconfianza y la duda, para poder fortalecer las viejas tradiciones de vida comunitaria -las cuales no son en esencia malas, pero necesitan convertirse y redimirse a la luz de los nuevos desafìos que plantea el Sentir con la Iglesia- sin dar lugar siquiera, a plantear nuevas ideas que permitan renovar las estructuras caducas  dar nueva vida a la comunidad.

Si vez que algunas de estas actitudes se viven dentro de tu comunidad, ràpidamente te aliento a que pongas todo en las manos de Dios, que reflexiones profundamente sobre cuáles pueden ser las causas de estas resistencias, e intentes abordarlas con sabiduría, pero sobre todo con amor.  Y que, ya que estamos, no te pierdas esta misma columna del pròximo mes; donde juntos vamos a redescubrir los argumentos que nos ayuden a seguir avanzando hacia la Iglesia en salida, en la que reflexionaremos que El salir nos hace fuertes, nos hace crecer.

Te envìo un fuerte abrazo en Cristo ¡Hasta el mes de Septiembre! Dios nos bendiga.
Daniel.