PRESENTACIÓN

Queridos amigos y hermanos, este blog tiene por finalidad compartir con ustedes herramientas e ideas sobre comunicación para las comunidades...

sábado, 1 de diciembre de 2012

Sobre la forma de redactar

¡Hola amigos! ¿como están? ¡Ya llegamos a la última edición de Eclesia de 2012! El año pasó rápido, pero seguramente lo hemos aprovechado para crecer en varios aspectos de nuestra vida, espiritual, personal y comunitaria... asi que los invito a celebrar todo lo positivo que vivimos en este año que se termina, y a evaluar el origen de los aspectos negativos para seguir madurando en nuestro recorrido hacia el Reino de los Cielos.

En esta oportunidad, me gustarìa repasar brevemente los diferentes contratiempos que encontramos en la comunicación parroquial:

  • Usar un léxico elevado: una de las reglas básicas del buen comunicador, es hacer su mensaje accesible al público mas sencillo: La única forma de hacer esto correctamente, es usar un vocabulario que pueda comprender hasta aquel que ha tenido una formación escolar básica. Siguiendo esta indicación, podremos estar seguros que nuestro mensaje podrá ser al menos comprendido en forma literal por todas las personas que establecieron contacto con el emisor del mensaje (Ya sea en una exposición oral, en un escrito o pieza gráfica, o cualquier medio que utilicemos). El recurso de elaborar un mensaje que sea complejo de descifrar para la mayoria, es a veces una herramienta que se utiliza en publicidad masiva, pero en nuestra comunicación institucional, debemos evitarla ya que procuramos que nuestro mensaje sea entendido de la forma mas fiel, y no que se hable del mensaje sin comprenderlo.
  • Centrar nuestro discurso sin tener en cuenta la realidad de los destinatarios: Ya sea porque predomina en nosotros un estilo paternalista de gestión de la comunicación,  o muchas veces porque nos regimos por la improvisación, caemos en el error de obviar el trabajo de situarnos en el imaginario de las personas a las que nos dirigimos, y por eso cometemos la negligencia de mencionar situaciones o generar reacciones no esperadas (aunque estas no sean manifestadas en el momento) en nuestro público. La mejor forma de evitar estas equivocaciones, es -luego de pensar el mensaje que queremos transmitir- evaluar las diferentes lecturas que las personas que nos escuchan o leen pueden tener, y afinar el discurso para donde queremos dirigir nuestro mensaje. Esto muchas veces se pasa por alto por creer que al momento de elaborarlo, nuestro mensaje ya está respaldado por el “tacto” de quien lo emite, sin embargo, hace este segundo paso nos permitirá un mejor manejo y una mejor comprensión del mismo.
  • No evaluar la efectividad de nuestro mensaje: Finallmente, otro de los grandes errores que cometemos, es no evaluar periódicamente la forma que estamos desarrollando para la comunicación de la parroquia. Hacerlo en forma asidua, nos garantizará que estamos desplegando nuestro trabajo pastoral de una forma eficaz,y que estamos sabiendo trasmitirlo correctamente. Para evaluar nuestro mensaje, podemos hacerlo en base a datos objetivos (cantidad de asistentes a tal encuentro, cantidad de donaciones recibidas en tal campaña) y también subjetivos (pedir opinión a personas que no estan en la comisión o junta parroquial sobre las diferentes piezas enviadas, enviar una copia de estos a un conocido que no sea de la comunidad, y pedir una crítica sobre la misma, etc) La combinación de ambas formas de evaluar, nos permitirán reconocer los aspectos a corregir, y los elementos a sostener y desarrollar en nuestra estrategia comunicativa.

¡Les deseo que tengan una hermosa Navidad y un muy feliz Año Nuevo! Que el Niño Jesús vuelva a nacer en nuestros corazones para mirar todo con ojos de niños, y esa simpleza, seguir nuestro camino hacia la santidad. ¡Hasta el próximo año!